Desde que Kenneth Arnold avistó nueve discos planos saltando
erráticamente por el cielo cerca del Monte Rainer en 1947,
los platillos voladores han estado firmemente fijados en la
conciencia moderna. Desde la pequeña nave espacial plateada
de “El día que la Tierra se detuvo” a la nave madre en “Día
de la Independencia”, la redonda máquina aérea se ha vuelto
uno de los íconos principales de nuestra era. Los vehículos
voladores concebibles podrían venir en muchas variedades
pero los más comunes parecen ser en forma de disco.
Este fenómeno no está, desde luego, limitado al presente.
Poco después del informe de Arnold y el infausto UFO
crash de Roswell, la edición de primavera de 1948 de
Fate Magazine traía un artículo de un Navajo
llamado el Oga-Make:
“La mayoría de ustedes que leen esto son probablemente
hombres blancos de una sangre que tiene solo un siglo o dos
fuera de Europa. Ustedes hablan en sus escritos de Platillos
Voladores o Misteriosas Naves como de algo nuevo, y
extrañamente típico del siglo veinte. ¿Cómo podrían
pensarlo de otro modo? Sin embargo, si tuvieran ustedes la
piel roja, y fueran de una sangre nacida y engendrada de la
tierra por incalculables miles de años, sabrían que esto no
es verdad. Ustedes sabrían que sus antepasados que vivieron
en estas montañas y praderas por innumerables generaciones,
habían visto antes estas naves, y han pasado a la historia
en las leyendas que son la historia no escrita de sus
pueblos.”
(1)
Las leyendas de los antiguos indios Hopi también abundan en
lo que ellos llaman escudos voladores mágicos. Aunque
esta tribu de Arizona del Norte ha sido tradicionalmente
conocida como Gente de Paz, el escudo guerrero podría
ser una apropiada analogía, porque en la cultura Hopi el
concepto de guerra se relaciona inexplicablemente con las
estrellas.
El término tradicional usado para platillo volador es
paatuwvota. Puesto que la palabra Hopi paa
significa agua, paatuwvota posiblemente se refiere a
los anillos concéntricos que se expanden en un lago o
piscina. Ésta podría ser una descripción metafórica de la
manera en que el extraño dispositivo de aerotransporte
parece operar. Para un pueblo del desierto como el Hopi, el
agua es sinónimo de asombro — quizá del tipo provocado por
el avistamiento de estas naves espaciales.
Muchos escudos voladores son pilotados por entidades
comúnmente llamadas kachinas. (La ortografía más
correcta del término Hopi es katsinam, plural de
katsina.) Como los ángeles, estas criaturas benéficas
son espíritus mensajeros que actúan como intermediarios
entre los dioses y los humanos. Aunque sus máscaras
multicolores vienen en variedades interminables, algunas se
parecen a cascos espaciales.
Muñeca Aholi Kachina
Lleva una capa de muchos colores que representa
las flores, la claridad del verano, y la germinación.
Un kachina bien parecido llamado Pavayoykyasi es
conocido por rociar las plantas con el rocío de la mañana
que da vida. Su nombre, de hecho, significa literalmente
“placa de humedad.” (De nuevo, en el desierto, la humedad
significa siempre el asombro.) Esta figura finamente vestida
lleva una falda bordada, una faja colorida, y plumas de
águila en su cabello. También lleva una vara en su mano y
una especie de mochila.
Él se refiere a su aparato volador como “… su mascota, un
escudo volador mágico. El escudo tiene dos partes, con la de
abajo que gira y la de arriba que permanece inmóvil. Al
subir a bordo, Pavayoykyasi se elevó en el aire y salió
volando.” (2) Ya que supo cómo llegar automáticamente a
su casa, la nave puede haber sido parcialmente sensible o
empleó una versión antigua de tecnología GPS. El
uso del término “mascota” también da a entender alguna
especie de animal que vuela. Por otro lado, la descripción
de la parte de abajo que da vueltas y la parte superior que
no se mueve hace pensar en una máquina. Quizás fuera un
híbrido de orgánico y manufacturado, similar a los platillos
que el Teniente Coronel Philip J. Corso menciona en su libro
El día después de Roswell.
Un tema muy común en las leyendas de los Hopi es cuando un
kachina copula con una doncella. Esto nos recuerda a
los Guardianes, los ángeles caídos bíblicos que tuvieron
relaciones sexuales con las mujeres humanas para engendrar a
los gigantes conocidos como Nephilim. “En aquel
tiempo había gigantes sobre la Tierra (y también después),
cuando los hijos de Dios se juntaron con las hijas de los
hombres, y ellas concibieron; estos fueron los héroes del
tiempo antiguo, jayanes de nombradía”
(3)
Los gigantes, por cierto, también juegan un gran papel en
la cultura Hopi y aparecen frecuentemente en las danzas
kachina. En un baile que yo presencié en el pueblo de la
Tercera Colina de Oraibi, por ejemplo, un Hu Kachina,
u Ogro, caminaba a unos pocos pies de mí en la plaza,
llevando un oxidado cuchillo de carnicero. Sus ojos saltones
y los dientes feroces constituyen aún hoy un recordatorio
espantoso del persistente rol de los gigantes en el mundo
Hopi.
Muñeca Hu
Kachina
Hu es el nombre del kachina volador de los Hopi que vino a
traer la lluvia al desierto.Este ogro
tiene una máscara negra,ojos desorbitados, colmillos y lengua colgante. Lleva
un látigo en
cada mano. Alguna veces tiene un cuchillo en
una mano y un látigo en la otra. Hu es también
uno de los
nombres de la Esfinge de Giza. Ella actúa como guardiana del
horizonte del mismo
modo que este homónimo Hopi es guardián
de la danza kachina. Hu es conocido además
como el dios
egipcio del gusto, que nace de la sangre del falo de Ra. Hu
significa literalmente
malo o maligno, y desnudo, así como
sufrir, golpear, aplastar, y asesinar . Huhu es la
primigenia
masa acuosa de donde vino todo. En egipcio, Hu
también puede significar la lluvia. En su libro
clásico Hamlet’s Mill, Giorgio De Santillana y Hertha von
Dechend
dicen que Humeri es una
anticuada palabra latina para la
constelación de Orión, que lo hebreos llaman Gibbor, o
Gigante.
Humeri es también el plural de humerus, el hueso
largo entre el hombro y el codo. “He visto cosas
que ustedes
no creerían. La naves de ataque salen del hombro de Orión…”-
Roy Batty, un
“replicante” en la película “Blade Runner.”
Un ejemplo de la rara unión del espíritu mensajero y el
Hopi mortal involucra un kachina anónimo que llevó a una
joven mujer de Oraibi a la Tierra del Pueblo de la Nube.
El padre de la muchacha había muerto recientemente, causando
penurias a la familia. El Pueblo de la Nube habían
estado al parecer observándola a ella y a su madre y
decidieron que el kachina debía casarse con ella. Un
día la muchacha estaba en los campos recogiendo flores de
calabaza cuando “… ella oyó un sonido estruendoso, un
ruido sibilante como el del viento que pasa por un lugar
pequeño, y se preguntó qué era.” Esto da a entender
alguna clase de mecanismo en lugar de un medio de transporte
orgánico o metafísico. Luego, ella vio el kachina que se
acercaba y, como el anteriormente mencionado, era bien
pareciendo, con una bonita falda y faja y un cuerpo
brillantemente pintado. Él le dijo que deseaba casarse con
ella y que la llevaría a su casa mañana.
A la mañana siguiente él volvió al mismo campo:
“Él la tomó de la mano y caminó con ella sobre la colina, y
ella vio que había algo allí, algo redondo, y ellos fueron
derecho hacia la cosa y entraron en ella. Y cuando hicieron
eso, él hizo algo y hubo un gran estruendo y pronto se
elevaron del suelo. La cosa en la que ellos estaban parecía
estar girando, y salió rápido como un rayo. Después de un
rato él dijo, ‘ Estamos aquí.' Ellos estaban de nuevo en el
suelo y el estruendoso y sibilante sonido se detuvo. Él la
llevó a su pueblo, a su casa. Cuando llegaron a su casa su
madre y su padre estaban muy felices de que él hubiera
encontrado a la muchacha de la que ellos habían hablado.”
(4)
Otro tipo de artefacto aéreo es llamado tawiya, o “calabaza”,
el cual consiste en dos mitades. Después de subir a bordo el
pasajero cierra la mitad superior e instala un sostén
fuertemente estirado entre el fondo de la calabaza y la
proa. El pasajero retuerce entonces el sostén entre sus
palmas y la máquina voladora despega haciendo un zumbido.
(5) “Los Hopi dicen que la calabaza es un vehículo mágico
utilizado por aquellos que tienen el poder de usarlo para
viajar — algo como una nave espacial o platillo volador.”
(6)
Los relatos de los Hopi describen además charolas giratorias
que pueden transportar a varios seres. Un tipo de placa de
mimbre llamada sooyungyapu tiene el motivo de una
estrella tejido en ella, haciendo pensar de este modo en su
origen. Estos artefactos tejidos son quizás remedos de la
nave aérea.
Mujer Hopi confeccionando placas de estrella en Shungopovi,
Segunda Colina, 1901. Foto de A. C. Vroman.
Un mito que incluye este vehículo describe a dos hermanas
vírgenes de Kawàyka'a (Laguna Pueblo, en Nuevo
México) quienes constantemente se resistían a las propuestas
de muchos aspirantes jóvenes de su pueblo. Ambas finalmente
estuvieron de acuerdo en contraer matrimonio con Tókila,
La Noche. Después de salir del pueblo con él, encontraron
una gran “póta”, o placa enrollada:
“Así que todos ellos ocuparon un lugar en la charola, con lo
cual se elevaron y siguieron por el aire hasta Nuwátok'aovi
[también se escribe Nuvatukya'ovi, el San Francisco Peaks en
Arizona], donde entraron en un profundo cañón o barranco.
Aquí vivía la Noche. Cuando entraron en la casa ellas vieron
en un cuarto interno gran cantidad de huesos humanos. Eran
los restos de muchas mujeres que la Noche había robado en el
pueblo, y con quienes él había vivido un tiempo y luego, en
cuanto ellas quedaban embarazadas, las había tirado en el
cuarto para que murieran.”
(7)
En este caso la entidad que piloteaba el escudo volante
resultó ser malévola en lugar de benévola. Quizás “Noche”
sea simplemente el nombre alegórico para esta criatura
asesina de origen desconocido.
En mi libro anterior Eye of the Phoenix: Mysterious
Visions and Secrets of the American Southwest
(Adventures Unlimited Press 2008), yo describo, por otro
lado, al compasivo dios del cielo Hopi llamado Sotuknang.
Su cara “brillaba como una estrella” y su traje “relucía
como los carámbanos.” Interpretado metafísicamente, esto
puede hacer referencia al aura reluciente de un fantasmal
ser interdimensional. En un nivel físico, puede apuntar a
alguna clase de casco eléctricamente iluminado y un traje
espacial plateado o metálico.
Este petroglifo que muestra a Sotuknang se localiza en el
precipicio debajo del
pueblo de Walpi en la Primera Colina.
Su cara es una luna creciente; sobre su
cabeza hay una
estrella de cuatro puntas. Su mano derecha sostiene un
símbolo
de la nube; su mano izquierda sostiene un relámpago. Sobre el relámpago
hay un símbolo de las cuatro direcciones
u Orión.
Como deidad principal en el panteón de los Hopi,
Sotuknang ha estado influyendo en la gente desde el
principio de su era actual en la tierra que ellos llaman el
Cuarto Mundo. En un relato él rescata a un par de jóvenes
gemelos, un niño y una niña, de un diluvio que, a propósito,
al final destruyó el Tercer Mundo (o Era). Él los sube a su
escudo volador desde el que ellos podían ver el paisaje por
muchas millas alrededor.
Un aparato de esta clase permitiría desde luego la
perspectiva por la cual uno podría calibrar la exactitud de
la correlación de una estrella en el suelo — esto es, el
modelo de una constelación como Orión extendida sobre el
desierto de Arizona.
(Ver mi libro The Orion Zone: Ancient Star Cities of the
American Southwest, Adventures Unlimited Press, 2006.)
Desde 175 millas de altura sobre la Tierra puede verse la
mayor parte de Arizona del Norte, desde el Gran Cañón en el
Oeste al Canyon de Chelly en el Este, y desde el Tsegi
Canyon en el Norte cerca del límite de Utah/Arizona con el
Little Colorado River en el Sur cerca del moderno pueblo de
Winslow. (Esta altitud es un poco menos que la altitud más
baja para el transbordador espacial en órbita.)
Como los vuelos espaciales de Ezequiel o Enoch, un paseo en
un escudo volante revelaría el panorama de la correlación
cielo-tierra y confirmaría la máxima hermética “Como es
arriba, es abajo.”
La plantilla celestial de Orión está proyectada en el alto
desierto de Arizona. Una ruina o
aldea Hopi corresponde a
cada estrella mayor de la constelación. Las estrellas del
cinturón
corresponden a la Tercera, Segunda, y Primera
Colina. La distancia entre Betatakin y
Canyon de Chelly se
extiende ligeramente respecto a la constelación —
aproximadamente
doce millas. La distancia entre el Walnut Canyon y Homol'ovi también se extiende — unas
diez millas.
(Ver mi libro The Orion Zone: Ancient Star Cities of the
American Southwest
para una completa descripción.)
En agosto de 1970 una erupción de avistamientos UFO ocurrió
en los cielos de Prescott, Arizona. Por más de dos semanas
muchos centenares de platillos voladores fueron vistos por
cientos de testigos. Esto indujo al Jefe Hopi del Clan del
Sol Dan Katchongva, a su consejero, y un intérprete a viajar
al sudoeste a unas ciento veinticinco millas de su pueblo de
Hotevilla en la Tercera Colina hasta Prescott para aprender
más del evento.
Él le describió al Prescott Courier un antiguo
petroglifo cerca del pueblo de Mishongnovi en la Segunda
Colina, que representa un objeto en forma de cúpula.
“Nosotros creemos que otros planetas están habitados y que
nuestras oraciones se oyen allí,” dijo. “La flecha
sobre la cual se apoya el objeto en forma de domo significa
el viaje a través del espacio,” dijo Katchongva
explicando el tallado de la piedra. “La doncella Hopi en la
forma de domo (dibujo) representa la pureza. Aquellos Hopi
que sobrevivan al Día de la Purificación viajarán a otros
planetas. Nosotros, los Hopi fieles, hemos visto las naves y
hemos sabido que ellos son de verdad,” dijo.” (8) Como hemos
visto, la pureza de las doncellas Hopi ha atraído a los
kachinas voladores a lo largo de los siglos.
Paul Solem, un experto no indio en la profecía Hopi y la
doctrina mormona, también fue figura clave durante los
avistamientos de Prescott. Él incluso afirmó atraer a los
platillos voladores comunicándose telepáticamente con ellos.
En una ocasión él llevó a un grupo de personas fuera y luego
empezó a enfocarse mentalmente en el contacto
extraterrestre. Pronto exclamó: “¡Ellos están aquí! No
puedo verlos, pero sé que ellos están aquí. Uno justo dijo,
‘¡Nosotros estamos aquí, Paul! ' Hay varias personas en el
platillo. Yo puedo oírles hablar.” Después de unos
minutos apareció una estrella semejante a un UFO, se detuvo,
luego se movió primero en una dirección y después en otra.
Él creía que las entidades de la nave espacial eran
angélicas y amables, como los kachinas de los Hopi, y
que eran del planeta Venus. Él dijo que tenían el pelo
largo hasta los hombros pulcramente cortado y que sus voces
eran musicales y andróginas. Esto se parece a lo que
nosotros hoy describiríamos típicamente como un ET Nórdico.
Él incluso recibió proclamaciones de los viajeros
espaciales, que transcribió:
“Nosotros venimos a dar crédito y como señal de advertencia
de que la profecía Hopi fue de naturaleza divina. Gran pesar
y miedo estarán viniendo muy pronto a este planeta y pocos
escaparán. Nuestro líder como se ha dicho en la profecía
Hopi ya está aquí (en la Tierra) en la mortalidad y es
conocido como el Apóstol Juan (igual que en el Nuevo
Testamento). El hermano blanco se presentará en un gran
fuego y la Tierra temblará a su llegada. Nosotros somos de
las 10 tribus perdidas y volveremos varias noches a menos
que haya desprecio por nosotros.”
(9)
El investigador UFO del lugar, Dan Carlson, dijo que el
área alrededor de Prescott había sido un imán para muchas de
las primeras importantes aunque polémicas figuras en el
campo de la ufología, incluyendo a George Adamski, Daniel
Fry, George Van Tassel, así como los anteriores residentes
de Prescott Truman Bethurum y George Hunt Williamson. “Si
uno va a creer en la profecía de los Hopi,” comentó Carlson,
“las razones de que los platillos sean vistos aquí más a
menudo y los contactados parezcan ser atraídos aquí es que
ésta es una tierra elegida. Prescott está dentro del círculo
de la tierra sagrada de los Hopi donde se supone que los
seres de otro mundo provocaron la profecía.” (10)
El Jefe Katchongva ha sido uno de los patriarcas más activos
trayendo el conocimiento de las leyendas y profecías de los
Hopi sobre el Fin de los Tiempos al mundo en general. (11)
Él creía que estas persistentes visitas UFO estaban entre
las señales y augurios de que el Cuarto Mundo está a punto
de acabar. Al parecer, en el último día de su visita a
Prescott una nave espacial no identificada voló muy bajo —
unos ochocientos pies. (12)
El Jefe Katchongva falleció en 1972 a la edad de 107 años
bajo circunstancias bastante extrañas. “Cuando Dan
Katchongva ‘murió ', su cuerpo nunca fue encontrado. Él fue
visto por última vez caminando a un pequeño valle donde un
UFO acababa de ser visto.”
(13)
Thumb Butte en Prescott, Arizona, es una versión en
miniatura de Devils Tower, Wyoming, que apareció en la
película Encuentros Cercanos del Tercer Tipo. Como la
elevación geológica más grande, puede servir como un faro
para la nave extraterrestre. Según la Sra. Irene Wood
durante los avistamientos de 1970 en Prescott: “… vimos una
gran masa inteligente de luz que parecía tan grande como
tres lunas que venían muy rápido sobre Thumb Butte. Casi
parecía encima de Prescott y se fue al este. Se detuvo y una
masa grande se separó y cayó en línea recta detrás de las
colinas.” (14) ¿Fue éste un UFO o simplemente un gran
meteoro que se partió en el descenso?
Un mucho más reciente avistamiento de un escudo volador
ocurrió en la tarde del 24 de enero de 2007, aproximadamente
a cincuenta millas al sur de la Tercera Colina. Sean y
Deanna Dover iban conduciendo al este hacia su ciudad natal
de Leupp, Arizona, cuando vieron un aparato de forma
triangular con tres luces en él que volaba sobre ellos a una
altura estimada en una milla y media. El objeto se estaba
moviendo demasiado rápido para ser un avión y no estaba
haciendo ningún ruido en absoluto.
Al volver a casa, ellos consiguieron algunos equipos de
visión nocturna que el padre de Sean tenía como Guardabosque
Policíaco de la Nación Navajo. Así es que ellos vieron (y
oyeron) dos aviones a chorro que volaban desde el sudoeste
interceptar el objeto completamente silencioso, que maniobró
para evadir estos aviones. Finalmente, cerca de treinta
testigos de la pequeña ciudad algo aislada vieron el UFO
rodear el área un total de quince veces en un período de
casi una hora antes de que se dirigiera al sudeste hacia
Winslow.
Todos ellos dijeron que el objeto era triangular con tres o
cuatro niveles y una luz oscilante ubicada en una esfera en
su parte inferior. Un maestro de quinto grado del lugar dijo
que la nave emitía una luz amarilla y tenía aproximadamente
dos veces el tamaño del gimnasio escolar.
Este asombroso avistamiento, sin embargo, no sorprendió en
absoluto a Sean Dover. “Yo creo que realmente era un UFO
debido a la historia de mi familia. Yo los he visto (UFO)
demasiadas veces que recuerde”, dijo Sean.
“Leupp es un punto conflictivo para los UFO.”
(15)
La relación histórica entre los escudos voladores y los
nativos americanos de Arizona se ha vuelto parte de una
larga tradición. Las leyendas de antiguos seres de las
estrellas que pilotean naves espaciales y a veces se
aparean con los indígenas es un hecho aceptado por los
nativos, no una materia de discusión. Quizás nosotros
deberíamos empezar escuchando la profunda sabiduría y amplia
experiencia que poseen los habitantes originales de este
continente. Ellos han estado en el caso por siglos.
Fuentes
1. Fate magazine artículo citado en:
www.burlingtonnews.net/kivas.
2. Michael Lomatuway’ma, Lorena Lomatuway’ma, y Sidney
Namingha, Jr.,
Hopi
Ruin Legends,
collected by Ekkehart Malotki (Lincoln, Nebraska: University
of Nebraska, 1993),p. 307.
3. Genesis 6:4
4. Harold Courlander, Hopi Voices: Recollections,
Traditions, and Narratives of the Hopi Indians
(Albuquerque: University of New Mexico Press, 1982), pp.
200-202.
5. Ekkehart Malotki,
Hopi Stories
of Witchcraft, Shamanism, and Magic
(Lincoln, Nebraska: University of Nebraska, 2001), p. xl.
6. Ekkehart Malotki, editor, Hopi Dictionary: A
Hopi-English Dictionary of the Third Mesa Dialect
(Tucson, Arizona: The University of Arizona Press, 1998), p.
587.
7. H. R. Voth, Traditions of the Hopi, Field
Columbian Museum Anthropological Publication, Vol. VIII,
1905, www.sacred-texts.com/nam/hopi/toth/toth042.htm#fn_99.
9. Prescott Courier, Sunday, August 9, 1970.
10. Prescott Courier, Tuesday, August 11, 1970.
12.
Prescott Courier,
Tuesday, August 18, 1970.
14.
Prescott Courier,
Friday, August 21, 1970.
15. Navaho-Hopi Observer, January 30, 2007
EL AUTOR
es investigador independiente y escritor. Ha publicado
varios artículos en el campo de la hipótesis del Antiguo
Astronauta en diversas revistas especializadas y es además
autor de dos libros: The Orion Zone y Eye
of the Phoenix.
©
Gary A. David,
2009 – Todos los derechos reservados
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