Es un hecho
histórico que el filósofo natural danés Hans Christian
Orsted fue el primero en reconocer, en 1820, que una
corriente eléctrica causaba fenómenos magnéticos. El
inglés Michael Faraday continuó la investigación de las
posibilidades de esta relación electromágnetica. Un logro
ulterior en esta dirección fue la invención de la primera
bombilla eléctrica por el americano Thomas A. Edison, en
1871.
Parecería
ahora que esta línea de desarrollo de la historia de la
electricidad tendrá que ser abandonada, incluso aunque los
científicos puedan encontrar difícil de aceptar los nuevos
aspectos que vienen ganando notoriedad. La prueba es
presentada por el sensacional descubrimiento del arqueólogo
austríaco Wilhelm Koenig. En el curso de la excavación de
un lugar de Partia encontró un desconcertante objeto en
forma de jarrón. La investigación subsiguiente demostró
que este objeto debía haber sido, sin duda, una batería
galvánica. Cada componente esencial estaba allí: un
cilindro de cobre y una barra de hierro. Hace algunos años
este antiguo artefacto fue sometido a una prueba de
funcionamiento en el Roemer and Pelizaeus Museum of
Hildesheim, República Federal de Alemania. El asombroso
resultado fue que esta batería seguía siendo capaz de
¡producir una salida de corriente de un voltio y medio! Así
se demostró sin duda que el artefacto encontrado entre las
ruinas de Chuyut Rabuah realmente había sido utilizado como
batería galvánica.
También,
los fragmentos de cobre encontrados en Selenkia en el Tigris,
y en Ctesiphon, la antigua capital de Partia, habían sido
evidentemente componentes de artefactos similares. Así que
parecería que los soldados de caballería partos de hace dos
mil años tenían conocimiento de una tecnología que los
historiadores nunca todavía osaron atribuirles.
¿Conocían
también los antiguos egipcios la electricidad, y la
utilizaron? Cuando admiramos los magníficos murales a todo
color y los bajorrelieves e inscripciones en las criptas
subterráneas de sus templos, pensamos en las fuentes de luz
de gran alcance que ellos deben de haber empleado para
ejecutarlas. Usualmente se supone que utilizaron
antorchas, velas, o lámparas de aceite. ¿Pero lo
hicieron?
Por
ninguna de las antecámaras de los varios templos, ni en los
pasadizos de las pirámides, y en las estructuras
subterráneas se ha encontrado alguna vez cualquier rastro
de hollín. Indudablemente el muy prolongado uso de tales
formas débiles y humeantes de iluminación debería haber
dejado manchas indicadoras en techos y paredes. ¿Cuál es la
causa de este inexplicable estado de cosas?
Para
aclarar este enigma nos pusimos en contacto con el
egiptólogo austríaco profesor Helmuth Satzinger, del Museo
de Historia del Arte de Viena. Cuando le pedimos sus
opiniones con respecto al problema de las " antiguas fuentes
egipcias de iluminación " su cautelosa respuesta fue: “No
conozco referencias sobre tales rastros tiznados. Pero
recuerdo haber leído una vez un artículo en el que el autor
conjeturó que ellos (los egipcios) pudieron haber sido
capaces de fabricar antorchas sin humo en aquella época."
¿Responde
esto a la pregunta respecto de las antiguas fuentes egipcias
de iluminación? Lamentamos tener que negarlo. El profesor
Satzinger tuvo que admitir que hasta ahora nadie había
intentado producir, y usar, antorchas sin humo.
También la
hipótesis de que los egipcios tenían instalados tramos de
espejos que reflejaban la luz del Sol en los oscuros huecos
de sus templos tuvo que ser abandonada tan pronto como los
experimentos prácticos demostraron que la mayor parte de la
luz se disipaba en ese proceso y era así incapaz de
alumbrar las criptas subterráneas.
De modo que
parece ser totalmente legítimo reiterar la pregunta:
“¿conocían los versados egipcios la electricidad, y su uso
para la iluminación?”
Desconcertantes bajorrelieves en el antiguo Templo de Hathor
en Dendera ciertamente parecen apoyar esta obligada
suposición. Este templo está situado en la máxima soledad,
aproximadamente a unas 40 millas al norte de Luxor.
Solamente una pequeña parte del edificio sobresale sobre la
superficie del desierto.
Ocultos en
la sólida mampostería de la subestructura subterránea del
antiguo templo hay doce largos y estrechos pasadizos, o
criptas, en tres niveles, uno debajo del otro, que son de
muy difícil acceso. ¿Allí, quizás, están situados los
depósitos secretos de los todavía ignorados conocimientos
arcanos que estaban en dominio del antiguo sacerdocio
egipcio?
Para
escribir el manuscrito del libro publicado bajo el título
Licht für den Pharao (Luz para el Faraón)
los autores hicimos un viaje especial a Egipto para
investigar detalladamente el antiguo Templo de Hathor.
Bajamos a las catacumbas de Dendera. Luego de repartir las
obligatorias generosas propinas y después de gatear con
mucha dificultad y pasar apretadamente a través de los
estrechos pasadizos oscuros como boca de lobo, alcanzamos
nuestro objetivo: era un ensanchamiento con un suelo de
cerca de 60 pies cuadrados – pero lo que descubrieron
nuestros ojos en sus paredes compensó totalmente nuestro
esfuerzo transpirando a través de los angostos pasadizos
debajo del templo.
Vimos
asombrosos bajorrelieves de figuras humanas, representadas
sosteniendo o manipulando como alargadas ampollas, objetos
cilíndricos que, sin forzar la imaginación indebidamente, le
recuerdan a uno enormes ¡bombillas eléctricas!
 
©Copyright Reinhard Habeck – Peter Krassa
Dentro de
esos objetos se mostraba algo semejante a ondulantes
"serpientes". ¿Pretendían ellas representar " filamentos
"? Los extremos puntiagudos de aquellas "serpientes"
siempre se mostraban en contacto con el cáliz de una "flor
de loto", que a su vez se conectaba con un peculiar “cable"
de cierta longitud, que a su vez provenía de nuevo desde una
“caja” rectangular, que contenía obviamente un "generador ",
o batería, o alguna otra fuente de energía. Sentada sobre
esta caja fue representada una figura que, según el profesor
Satzinger, representa a Shu, el dios del aire. ¿Se
puede interpretar quizás este objeto semejante a una ampolla
como una referencia a la ionización aérea?
Estrechamente conectado con esta representación, o
manteniendo en alto la “ampolla" se muestra allí un llamado
"Djed-pilar ", cuyos dos "brazos " están en directo
contacto con la "serpiente". El significado de este soporte
Djed es considerado como un completo enigma por los
egiptólogos. Algunos creen ver en él un poste al cual se le
atan manojos de maíz en hileras sucesivas. Otros
arqueólogos ven en él un árbol más especialmente una
palmera, con las frondas afianzadas, o estiradas
contra una pared en la parte posterior.
Sin
embargo, el símbolo jeroglífico para "Djed" también
significa
"estabilidad " y
"energía" – cuyo sentido se conectaría con su obvia
utilización como
“portador de
energía ". De hecho, la llamativa semejanza del " Djed-pilar"
con los modernos aisladores de corriente de alta tensión es
demasiado obvia para necesitar hacer especial hincapié.
Todo ingeniero eléctrico confirmará esto sin ninguna duda.
También nos
intrigó enormemente ese ser simiesco que está siempre
representado con uno o dos cuchillos en sus manos. En la
mitología egipcia, representa significativamente a la deidad
pertinente, Thot Él también es identificado como el
"escriba de los dioses", el "gran maestro de la magia", y el
"medidor del tiempo". Es significativo que Thot fue tenido
por quien hubo intentado "iluminar la oscuridad " ¡con
su propia luz!
Se sabe
generalmente que la manipulación de la corriente eléctrica
puede tener las más "serias" consecuencias. ¿No sería por lo
tanto lógico que se pusieran cuchillos en las manos del dios
de la ciencia para advertir a todos sobre la riesgosa
naturaleza del fenómeno allí representado, o descrito, – la
electricidad?
¿Son todas
las convincentes referencias mencionadas en los párrafos
anteriores solamente fortuitas?
¿Qué
opiniones ofrecen los egiptólogos con respecto a estos
peculiares documentos pictóricos?
Una
explicación es que los objetos representados en esos
relieves son las llamadas "piedras serpiente", grandes
bloques de piedra en cuyo centro hueco las víboras se
retuercen. Se supone que fueron colocadas verticalmente
como protectores delante de los templos. Nosotros
creemos que esta explicación es muy débil, porque
simplemente en Dendera no hay un solo bajorrelieve mostrando
a tales "piedras serpiente " en plano vertical.
En Dendera éstas tampoco están representadas como siendo
mantenidas en alto por " Djed-pilares ", o se muestran
sostenidas por personas que las cargan en una posición
inclinada.
El profesor
Satzinger ofrece otra conjetura: él cree que lo que se
representa es la barca del Sol del dios Ra,
el símbolo estándar del Antiguo Egipto. Se parece un poco
a los barcos de papiro de Thor Heyerdahl; en su popa se
destaca una plataforma de la cual colgaba una esterilla
mientras que su proa estaba moldeada en la forma de una flor
de loto; por supuesto, esta idea tendría que ser
investigada a fondo.
Precisamente esta misma declaración debería hacernos
reflexionar. Uno puede ponerlo como quiera – pero los
conceptos "dios del aire ", "esterilla colgante", "barco de
papiro", y "piedras serpiente ", simplemente no
revelan ninguna relación.
Además,
¿por qué el " Djed-pilar " es siempre representado
notoriamente inclinado? ¿Qué están haciendo exactamente los
personajes evidentemente sacerdotales mostrados en el
bajorrelieve? ¿Cuál es el significado de los cuchillos en
las manos del "dios de las ciencias"? Ni debemos pasar por
alto la figura felina debajo de una de las "piedras
serpiente". Ésta es representada como en un estado de
tensión física extrema. ¿Por qué? ¿Se intentó expresar la
idea de la " tensión eléctrica " por medio del simbolismo de
esta figura?
Ninguna
respuesta convincente para todas estas preguntas apareció
hasta ahora. Por el contrario, se las rechaza considerado
un ilusorio mundo de simbolismo y conjetura y actividades
que han sido evidentemente descritas como meras
representaciones pictóricas de actos rituales sin tratar de
comprender su verdadero significado. Especialmente con
respecto a los relieves en el Templo de Hathor tales
interpretaciones superficiales son inaplicables. Porque
estas representaciones son ilustraciones de una naturaleza
bastante especial que intentan explicar y aclarar algo – de
hecho intentan mostrar procesos técnicos. No hay nada
espiritista o fantasioso en estas figuras. Describen
hechos.
El Templo
de Hathor en Dendera ofrece otra particularidad sin paralelo
en Egipto: cada pulgada cuadrada de sus paredes y columnas
está cubierta con inscripciones y representaciones
pictóricas. El templo entero ha sido hecho para impartir
conocimiento – conocimiento, evidentemente, sobre cuestiones
eléctricas.
Pero esto
sigue todavía envuelto en la oscuridad. En las
conversaciones que mantuvimos con los expertos egipcios,
alemanes y austriacos quedó demostrado que los egiptólogos
no han sido capaces todavía de “leer” los textos
jeroglíficos de Dendera.
Al parecer
es como si el sacerdocio del antiguo Egipto hubiera
utilizado un sistema para comunicar un conocimiento
especializado que solamente era inteligible en sus propios
círculos – muy similar a los sistemas de códigos usados por
los científicos modernos.
¿Por qué
estos enigmáticos documentos pictóricos no han sido todavía
examinados con ojos modernos y enfocados desde modernos
puntos de vista? ¿Es debido a una real falta de interés?
Un hombre
que ha hecho un esfuerzo en esta dirección es el científico
británico Dr. John Harris, de la Universidad de Oxford. El
estudió los relieves con gran atención y llegó a la
conclusión de que no puede haber ninguna duda que esas
representaciones, si alguna cosa, son exactas
descripciones de procedimientos técnicos como los
que se aplican en nuestra propia época.
Ésta es una
conclusión que tiene un asombroso paralelismo con los
resultados de las investigaciones realizadas por el
científico vienés Walter Garn, un ingeniero eléctrico y, por
un buen número de años, técnico director de una central de
energía en Tailandia. Cuando le mostramos las fotos de los
bajorrelieves de Dendera él demostró interés de inmediato.
Está convencido de que las figuras se pueden interpretar
completamente desde puntos de vista técnicos y físicos. Él
fue capaz también de construir un modelo para el manuscrito
de nuestro libro. Sin embargo, restringió su opinión con
esta observación: “Para una interpretación técnica más
exacta y más detallada de los relieves los jeroglíficos que
los acompañan también tendrían que ser tomados en
consideración.”
Él piensa
continuar el análisis de los enigmáticos relieves y textos
de Hathor, y de momento dice: " De las investigaciones
efectuadas hasta ahora llega a ser obvio que su futuro
examen traerá en adelante valiosos resultados, aun cuando
sólo sea en una forma mitográfica muy complicada.
Recomendaría investigaciones más cuidadosas de todo el
conjunto."
Éste es un
bienintencionado consejo dirigido a los egiptólogos. Queda
por ver si toman el desafío. No puede haber duda de que tal
acción es muy esperada.
Pero, como
es el caso con cada hipótesis poco convencional, hay
justificadas dudas de que los sacerdotes del antiguo Egipto,
los científicos de su tiempo, tuvieran el conocimiento para
producir y utilizar la electricidad. No puede negarse que
hay extraordinarios relieves en los pasadizos subterráneos
del templo de Dendera, pero ¿dónde están los objetos e
instrumentos que son descritos allí? Aun cuando no demos
por sentado que esas representaciones son solamente producto
de la imaginación de los artistas antiguos: ése es un
planteo que nosotros, los autores y defensores de la
hipótesis de la "corriente eléctrica en la antigüedad ",
rechazamos vehemente – pues los originales de los objetos
mostrados en los relieves de Dendera deben aún existir en
alguna parte, o deber haber existido en el curso de la vida
de los artistas.
Dar a esto
una respuesta que se considere válida no es fácil. Sabemos
que:
1.
El antiguo
Egipto fue asolado en varias ocasiones por invasores
extranjeros, como, por ejemplo, los Hyksos, aproximadamente
entre los años 1650 a 1542 A.C., con saqueos y
destrucciones.
2.
Según nos
informan las antiguas tradiciones no se les concedía ningún
perdón a los sacerdotes, los hombres sabios del Egipto
faraónico, y eran o bien tomados como cautivos para
aprender su sabiduría y conocimiento, frecuentemente por
medio de tortura, o se los mataba.
3.
Por lo
tanto de ninguna manera es inverosímil que algunos de estos
objetos o bien están escondidos en lugares secretos en
Egipto, donde permanecen a salvo hasta ser descubiertos (la
tumba del versátil genio Imhotep, por ejemplo, no ha sido
encontrada todavía), o bien fueron destruidos en el curso de
las campañas militares durante el reinado de los faraones,
habitualmente quizás, sólo porque su verdadero valor no era
reconocido.
4.
Hasta
ahora – y esto nos parece que es de especial importancia –
no se ha hecho ninguna búsqueda específica de
tales aparatos técnicos. Es nuestra bien meditada opinión
que cualquier búsqueda no debería ser emprendida solamente
por los egiptólogos, sino por un grupo interdisciplinario de
científicos.
Muchas
cosas importantes que podrían cambiar el aspecto general de
la historia del Egipto antiguo pueden aún estar dormitando
en las arenas de los desiertos egipcios. Cosas que todavía
en la actualidad se las identifica falsamente como
símbolos religiosos, pero que podrían, incluso en el umbral
del tercer milenio, revolucionar literalmente la historia.
Ilustración del libro “Licht für den Pharao”

©Reinhard
Habeck
1.
Experto sacerdotal egipcio.
2.
Vapor ionizado, o gas
3. Serpiente
estilizada, interpretación pictórica de una descarga
eléctrica.
4. Flor
del loto (¿un enchufe?) desde cuya extremidad se origina el
arco voltaico. Este hecho
es mostrado físicamente de manera correcta porque aquí el
campo de energía eléctrica muestra
la tensión
más alta.
5. Cable
de conexión.
6. Shu
– dios del aire.
7. “Djed-pilar
"; tiene la función de un aislador.
8. Thot
– dios de la ciencia, sosteniendo un par de cuchillos. ¿Una
referencia al peligro que acecha
en el
aparato representado?
9. ¿Un
simbolismo para la " tensión "?
10.
Polaridad
o tensión opuesta; la figura que denota el polo positivo.
11.
Caja que
contiene el generador.
LOS
AUTORES:
Reinhard
Habeck
es dibujante profesional y escritor. Hasta el momento ha
publicado varios artículos y 13 libros relacionados con los
misterios del pasado, entre ellos Licht für den Pharao
en coautoría con Peter Krassa.
Peter
Krassa,
fallecido en octubre de 2005, fue periodista y escritor.
Pionero en el campo de la hipótesis del antiguo astronauta,
publicó desde 1969 un total de 17 ensayos, tres biografías y
tres novelas.
© Reinhard Habeck/ Peter
Krassa – Derechos reservados.
Traducido y reproducido con permiso expreso de los autores.
Prohibida su reproducción sin autorización previa de los
autores
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